Considera una relación saludable entre una madre y su hijo. Si un niño está asustado y llorando, la madre lo sostendrá y lo consolará. Si bien a la madre no le gusta cuando su hijo llora y preferiría que fuera feliz y sonriente, a pesar de que llore todavía sigue amándolo y le brinda atención inmediata.
Los aspectos de nosotros mismos que no nos gustan, nos avergüenzan e ignoráramos, pero como ese niño, están solicitando consuelo. Desarrollar este tipo de relación de amor paternal con nuestro "niño interior" lleva tiempo y tendrá altibajos como todo lo demás.
Te comparto cinco grandes pasos para lograrlo.
Si bien el amor propio es una práctica de por vida, Liz DiAlto sugiere que podemos construir una base saludable mediante la práctica de cinco principios.
1. Aceptación
Sé amable contigo mismo. Practícalo pase lo que pase.
Escríbete una carta de perdón. Intenta escribirla como si fueras una madre perdonando a su hijo por hacer lo mejor que pudo.
Cambia tu diálogo interno. Reemplaza "No estoy haciendo lo suficiente, no tengo suficiente, no soy lo suficientemente bueno" con "Es seguro para mí ser yo. Es seguro para mí estar aquí. Yo soy suficiente. Tengo suficiente. Hago lo suficiente."
2. Respeto
Practica estableciendo límites personales saludables. Di que sí cuando te refieres a un sí y no cuando quieres decir no.
Reflexiona sobre tu autoestima. Responde las siguientes preguntas: "¿Dónde me estoy poniendo al final?" Y "¿Qué estoy tolerando que no quiero tolerar?"
Priorízate. Date más tiempo del que normalmente dedicas solo para ti. Asigna tu tiempo de manera que puedas priorizar los actos de amor propio.
3. Conciencia
Implementa el poder de "la pausa". Observa las cosas que no amas de ti mismo con curiosidad. Haz una pausa en esos momentos y pregúntate: "¿Qué está pasando aquí?"
Experimenta con la meditación. Convierte tu habilidad de observar a los demás hacia adentro y observa tu mundo interior sentándote quieto con los ojos cerrados.
Practica la respiración profunda. Prueba la técnica de respiración 6-3. (Inhale durante seis segundos, sosten durante tres, exhala por seis segundos y has una pausa por tres segundos; repite).
4. Conocimiento
Explora quién eres. Ve más allá de lo que otras personas te han dicho que se supone que debe ser al responder las siguientes preguntas: "¿Quién soy yo?" Y "¿Cuál es mi verdad?"
Reconoce que quien eres puede cambiar en cualquier momento. Date más permiso de lo habitual para ser alguien diferente hoy.
Aclara tus valores fundamentales. Conócete mejor al considerar cuáles son tus cinco valores principales. (Por ejemplo, estar al servicio de tus seres queridos, expresarte creativamente, conectarte con tu comunidad, estar saludable y tener estabilidad financiera).
5. Confianza
Permitir que otros tengan su propia experiencia. Experimenta con la liberación, deja a un lado la necesidad de controlar los comportamientos de aquellos con quienes interactúas.
Ponte a la altura. Confía en que es seguro expresarte de una manera más audaz de lo habitual, incluso si otros no lo aprueban por completo.
Escucha a tu cuerpo físico. Confía en que tu cuerpo siempre envía señales importantes. Intenta decir en voz alta cómo te sientes ahora.
Recuerda, no tienes que gustarte para amarte a ti mismo. Construye una base de amor propio experimentando con estas ideas que te di. A medida que desarrolles tu práctica, trátate como tratarías a un niño, con respeto, honestidad y atención. El arte del amor propio es una práctica de toda la vida, así que sé menos duro contigo mismo y tómalo día a día.
Uno de los propósitos de la vida es conocerte, amarte, confiar en ti y ser tu misma. Si no honras quien eres, ni tus necesidades no te estas amando lo suficiente. Si no cuidas lo que comes y lo que haces con tu cuerpo no te estas amando.
Si quieres amar a alguien debes amarte primero a ti misma(o), si quieres poder ayudar a alguien debes primero ayudarte a ti misma(o)
Comentarios